La primera finalidad del narrador es dar a conocer la historia de un modo comprensible para el lector. Por ello, muchos relatos se organizan con sencillez siguiendo un orden; pero en no pocas narraciones esa ordenación sufre modificaciones.
El autor puede acelerar o ralentizar la acción a su conveniencia, detenerla para dejar que hablen los personajes, anticipar o posponer hechos, ocultar datos y reservarlos para el momento oportuno, ofrecer pistas falsas, centrar la atención en determinados aspectos con menosprecio de otros, etc.
Del tratamiento de la acción se deriva la tensión narrativa. Esta puede suscitar en el lector diversos estados emocionales (expectativa, incertidumbre, intriga, serenidad…)
En una narración se distingue la ESTRUCTURA EXTERNA y la ESTRUCTURA INTERNA :
La primera organiza el contenido de la historia en capítulos, partes, tratados, secuencias…; la segunda, depende del orden de los acontecimientos.
Teniendo en cuenta el orden de los acontecimientos de la narración, pueden darse diferentes estructuras narrativas:
LINEAL O CRONOLÓGICA: El orden del discurso sigue el orden de la historia.
IN MEDIAS RES (expresión latina “en medio del asunto”): El relato empieza en medio de la narración, sin previa aclaración de la historia. Se trata de un comienzo abrupto empleado para captar la atención del lector.
RUPTURA TEMPORAL:
Flash-back (retrospección o analepsis): El narradortraslada la acción al pasado.
Flashforward (anticipación o prolepsis): El narrador anticipa acciones, se adelanta en el tiempo.
Contrapunto: Varias historias se entrecruzan a lo largo de la narración.
Circular: El texto se inicia y se acaba del mismo modo.
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